jueves, agosto 24, 2006

TOCADOS POR LOS DIOSES (O ESO SE CREEN)



TOCADOS POR LOS DIOSES (O ESO SE CREEN)

Si el otro día comentaba que las páginas de cultura de hace treinta años tenían casi los mismos protagonistas que las de ahora, sólo que ahora están más viejos y más gastados en todos los sentidos (con pocas honrosas excepciones), la otra noche intervenía en radio nacional uno de los mejores exponentes del "Club de la momia", el sublime director de esa luz moribunda que es (casi que fue, porque vive sólo de pasado) el festival internacional de santander (minúsculas adrede).

No sé si alguna vez en su vida el fraile trinitario que nos ocupa ha tenido alguna idea o algún conocimiento musical, aunque cada vez estoy más convencido de que la respuestas es NO. Y ahora nos sale en la entrevista con que su objetivo para el festival, su programa, su horizonte artístico como director es el siguiene: cumplir 29 años como director del evento para que sí, contabilizando toda la vida del festival, él habrá sido el jefe durante exactamente el 50% de las ediciones. Si os fijais no dice, quiero terminar tal o cual política, me gustaría gestionar un concierto de fulanito o de menganito ... No, su proyecto es, simplemente, necesito que mi ego engorde todavía un poco más.

Mientras tanto, los programas seguirán siendo cansinos, reiterativos y aburridos, las propuestas casposas, los artistas los de siempre, las entradas carísimas. Pero eso sí, con nuestros dineros públicos y un sueldo que no encaja muy bien con su frailuno voto de pobreza, cántabras y cántabros lograremos un sueño cultural y artístico de gran altura: Que josé luis ocejo (no-cejo, más bien) viaje a las alturas de su propia soberbia, sabiéndose tocado por los dedos de los dioses e intocable para una sociedad y unos políticos que jamás le han pedido ni le pedirán que justifique un duro, un programa, un fracaso. Qué fácil es vivir del cuento, del cante y de las cuentas (a favor).

lunes, agosto 14, 2006

EL CASO EXTEBARRIA


Entre sus editoriales del día, nuestro bien amado DM continúa la falsa polémica que las armadas de la fe (COPE + DM + Obispado de Santander) han tenido a bien proponernos como cruzada veraniega contra los malos malosos. En este caso, contra una mala malísima que responde al nombre de Lucía Etxebarria.

La mi pobre dirigía un taller de escritura en la güimpi, en el que tuvo la feliz idea de proponer a los alumnos la creación de un texto en común. El bombardeo de ideas fue derivando (como suele ocurrir en este tipo de dinámicas) hacia lo delirante, y acabó mezclando un equipo de fútbol, un progatonista Jesús, un especulador inmobiliaro Judas Pilatos y una Magdalena maltratada. O algo así.

Alguien debió de pensar que había carnazada copera en el empeño, y así como nadie protestó durante la realización del ejercicio, nadie se quejó a la académica organización del evento y nadie dijo nada en sus evaluaciones del curso, hete aquí que de pronto se nos acusa a la Etxebarria de hereje en las ondas herzianas. Al Obispado de Santander y al DM, claro, les falta tiempo para echar una mano. Y ya la tenemos liada.

No voy a absolver de pecado a Etxebarria. Hereje es, pecadora es y provocadora también, tanto como mala escritora. Pero entrar en su defensa y en la de la libertad de expresión sería seguir el juego a los inquisidores. Así que voy a llevar mis reflexiones por otras cuerdas.

Sobre la COPE ... lleva muchos años utilizando como libro de estilo la vieja máxima de Goebbels, esa de que "una mentira repetida mil veces acaba siendo verdad". La infamia como modelo periodístico, el sectarismo más absoluto y el grito como único argumento dicen bastante de esa emisora en la que los talibanes de sacristía se han atrincherado para intentar la reconquista de una España que consideran suya e ilegalmente ocupada por la voluntad de las urnas. Empecinados en crispar y en hacer política, hasta la deriva de no pocas actitudes del Partido Popular nace del miedo a enfadar a FJL, CLS, CV y resto de vociferantes. Eso sí, sin que nadie tenga permiso siquiera para discrepar una miajita. En el fondo, lo de la Etxebarria es de lo menos bestia que han dicho estos tramposos en los últimos años.

Del Obispado de Santander ... no es que uno recuerde muchas pastorales inteligentes. En realidad, el obispo recientemente descencido al Recreativo de Huelva responde a un perfil más bien bajo y nunca ha tenido a bien obsequiarnos con reflexión pública alguna sobre cuestiones candentes. Con la que está cayendo por la única y verdadera, casi mejor el silencio, pero no deja de sorprender que se apunte con alegría a la cruzada contra la escritora sin haber sido testigo presencial de la ofensa y no haberse dignado a hablar con la condenada para conocer su versión. Claro que en los juicios eclesiales, sólo hablan ellos: los condenados, que ya lo son a priori, callan y se aguantan. Como mucho, pueden aspirar a que quinientos años más tarde les pidan perdón. Habrá que recordar que la santa y católica se ha especializado en prohibir libros, que sus encíclicas antiguas y modernas consideran pecado el ejercicio libre del pensamiento y los demás derechos humanos. Después de la Guerra Civil llegaron a prohibir en las bibliotecas españolas nada menos que Quo vadis de Sienckiewickz. Y las barbaridades que dijeron sobre un texto sublime como El evangelio según Jesucristo, de José Saramago ocupan muchas páginas en las hemerotecas (En directo del Gólgota, de ese gran escritor y gran provocador norteameriyanqui que es Gore Vidal se les pasó por alto).

Insisto: no voy a defender a Lucía Etxebarria. Si hubiera escrito el relato que la iglesia se ha apresurado a enviar a la hoguera, esta obsesión inquisitorial hubiera garantizado varias reediciones. Pero no deja de asustarme la recuperación eclesial de sus peores modos. No pasa semana sin que nuestros clérigos anuncien nuevos anatemas, condenas, censuras y se apresuren a jalear cierta opción política, siempre la misma. Dejando claro que su reino sí es de este mundo. Y que no están dispuestos a perder un solo céntimo de poder. Cueste lo que cueste (a los demás).

Del DM no he hablado ... pero ya tendremos tiempo y extensión ¿no os parece?

jueves, agosto 10, 2006

LA CIUDAD Y LA GENTE


Me encuentro con Chusca por la calle del Medio, unos segundos antes de pasar delante del escaparate de Harmonia Mundi y caer, otra vez, en la tentación y comprarme el oratorio "Saúl" de Händel, en la supongo que luminosa lectura de René Jacobs al frente de Concerto Köln y el RIAS Kemmerchor. Me sonríe y dice: "En verano, Santander también existe". Me quedo un poco estupefacto y apunta "Mira qué cantidad de gente".

Te haces consciente de pronto de toda la vida que bulle alrededor. Hay muchos turistas este año. Además, el buen tiempo ayuda a vestir las caras indígenas con una sonrisa, a aligerar las ropas y exhibir los cuerpos viles (pero bueno, qué comen los chicos de hoy para estar tan impresionantes), a callejear sin rumbo disfrutando del verano.

Y es que una ciudad es lo que es su gente. Y en espacios de clima tan cambiante, la cantidad de luz, la presencia de la lluvia, la oscilación de las temperaturas, nos marcan más allá de lo quepensamos. De nuestra cercanía al mar, de nuestras norteñas brumas, de nuestros cielos tanto tiempo encampotados nos vino esta melancolía escénica que a veces nos abruma. Es cierto que somos reservados, pero no creo que sea cierta esa leyenda que nos quiere altaneros, cerrados o megapijos. Mi frecuente deambular por Santander me presenta hombres y mujeres correctos, educados, con cierta timidez y habilidades comunicativas no muy desarrolladas. Pero la mayor parte de las veces buena gente, gente a la que merece la pena acercarse, con cosas que decir y que sentir. Un paisanaje reservado, tal vez distante, para una ciudad puede que demasiado gris y ensimismada.

Y al hilo de todo este rollo ... tres reflexiones.

La primera, que me parece difícil crear una conciencia ciudadana, unos mayores lazos de solidaridad y convivencia amable, una dosis mayor de sonrisas cotidianas, de intercambios de cortesías y miradas si no contamos con un tejido fuerte de espacios ciudadanos. Sí, contamos con plazas y parques, seguramente desaprovechados, pero pocos centros cívicos y culturales, una pobre red de instalaciones deportivas y asociativas, y en consecuencia, una oferta pobre todavía de actividades que impulsen la participación ciudadana y que inviten a santanderinos y santanderinas a descubrir nuevas formas de ocio en compañía.

La segunda, reconociendo que es un problema complejo y que por tanto me limito a apuntar, que algo estará pasando en nuestras ciudades, en nuestra ciudad, para que la violencia entre adolescentes haya ido dejando de ser una anécdota para ser parte de lo que consideramos como "normal" en nuestras calles, sobre todo los fines de semana. ¿Puede tener algo que ver con las carencias apuntadas arriba? Seguro, aunque no en exclusiva.

Tercera y última. Nuestra gente cada vez es más diversa. Me encanta pasear por Santander y comprobar que también aquí escuchamos hablar con acentos diferentes, que hombres y mujeres de todo el mundo han desembarcado en nuestras calles y están compartiendo con nosotros nuestras vidas. Están presentes en el mundo del trabajo y del ocio, en los colegios y los barrios, en iglesias y partidos. Y retomando de nuevo la carencia 1 y para prevenir un crecimiento del problema 2 ... ¿no sería hora de desarrollar de manera sistemática, habitual e intensiva políticas de encuentro y convivencia para que nos aprendamos un@s a otr@s? Tenemos tantas cosas que decirnos y que aprender, que no entiendo como esta gran riqueza humana del nuevo Santander se puede pasar por alto. Nuestra ciudad será más plural, más habitable, más rica, si aprendemos a convivir hombro con hombro, ahora que todavía estamos a buen tiempo.

lunes, agosto 07, 2006

UNA CIUDAD SIN LECTORES



Por las páginas del DM comentan hoy que, según un estudio hecho por el Gremio de Libreros de España, Cantabria es una de las provincias españolas donde menos se lee. Supongo que aplicando la lógica, y teniendo en cuenta la propia estructura demográfica de nuestra región, habrá que deducir que en Santander, nuestro Santander, se lee más bien poquito.

Estamos acostumbrados a los discursos complacientes sobre Santander tanto como a los destructivos. En este caso, podríamos recordar la leyenda esa que nos auto-convierte en "La Atenas del Norte", y que no sé si tuvo alguna vez sentido pero que desde luego hoy es más falsa que una moneda de ochocientos euros. Obnubilados por las ingentes cantidades de poetas y poetastros, escritores y escritorzuelos, pintores y pintamonas, sabios del lugar y eruditos a la violeta, programadores divinos y divinos animadores, que pululan por nuestras calles, tendemos a pensar que basta con que el vecino de enfrente lea para que su supuesto saber acceda por simpatía a nuestras desacostumbradas neuronas. Y así nos luce el pelo.

El caso es que Santander es una ciudad que invierte en cultura. Y también es cierto que numerosas instituciones desarrollan gran parte de su labor cultural entre nosotros: Fundación Gerardo Diego, Festival Internacional de Santander, Fundación Marcelino Botín, Obra Cultural de Caja Cantabria, Fundación Albéniz, Concurso Internacional de Piano de Santander, ...

Con tanto bombo y tanto relumbrón (aparente), no es de extrañar que nos encantemos a nosotros mismos, y que sigamos pensando que más cultos y sofisticados no vamos a encontrarlos. Vamos, que nos va a costar casi tanto encontrar a alguien mejor que nosotros casi tanto como encontrar una biblioteca pública en Santander.

Y es que probablemente nos hayamos olvidado de algunos pequeños detalles sobre la cultura en general y sobre la lectura en particular. Uno de ellos es que si no se trabaja bien desde la base, en serio, con programas y objetivos, con especialistas y criterio, todo lo que podamos hacer en el campo de la llamada "alta cultura" no va a quedar sino en puro fuego de artificio. A día de hoy, y mira que llevamos tiempo desde que la cultura en sus diferentes modalidades pasó a ser gestionada por las administraciones locales y autonómicas, no conocemos un solo estudio sobre hábitos culturales de los santanderinos, un solo diagnóstico que nos permita delimitar las necesidades culturales de nuestros vecinos y vecinas y en consecuencia articular políticas que mejoren también en el ámbito del espíritu nuestra calidad de vida.

Lo que sí sabemos es que en Santander se desarrolla el crecimiento urbanístico sin centros culturales ni bibliotecas de barrio. Sabemos que la Biblioteca municipal languidece a pesar del esfuerzo de sus empleados por la desidia política, municipal y presupuestaria. Que las escasas bibliotecas de barrio no cuentan con personal especializado, ni con espacios adecuados, ni trabajan en red. Que no hay un plan de fomento de la lectura ni actividades de animación.

Eso sí. Luego le echaremos la culpa al maestro armero: los libros son caros, en los colegios no se lee, los videojuegos y el chat ...

Soy de los que creen, como Daniel Pennac, que no se es mejor persona por leer. También creo sinceramente que las pasiones a veces son tan absorbentes que si adoramos la música, o el deporte, o la naturaleza, o el cine, tal vez estemos tan concentrados en esos amores que no concedamos atención al placer de la lectura. Pero también con Pennac (haced el favor de leer su libro Como una novela, en Anagrama, sobre el placer de la lectura) creo que es grave que una persona se sienta rechazada por los libros. Porque en los libros aprendemos a vivir una vida más fuerte, intensa y llena a través de las vidas contadas y los sueños narrados. Porque viajamos, aprendemos, disfrutamos, amamos a través de los libros. Y para que nadie se pierda esta gran aventura, son necesarias infraestructuras y programas públicos que den, de nuevo, valor al libro y a la lectura, nos lo acerquen y nos lo hagan no ya necesario sino imprescindible.

Mientras eso no ocurra, seguiremos alardeando de ser los más cultos de la piel de toro pero ... ¿habéis visto la foto con la que ilustro esta reflexión? Pues es que al leer el DM esta mañana no pude por menos que recordar aquel programa mítico de La bola de cristal, en la que pasaba un rebaño de borregos por la cañada mientras la voz en off de un chaval afirmaba "Éstos no leen". No, si al final el Paseo de Pereda va a resultar la Cañada Real de La Mesta.

viernes, agosto 04, 2006

LA PRIMERA EN LA FRENTE


Una de esas preciosas coplas de la música tradicional de Cantabria dice así:

"La primera vale, vale,
la segunda valerosa,
la tercera porque baile
un clavel con una rosa,
me voy mañana,
me voy por verte.

Me marcho para La Habana
aunque me cueste la muerte,
me voy mañana,
me voy por verte".


Es ésta la primera entrada en éste, mi primer blog, así que la referencia puede ser afortunada. Pero además esta primera reflexión personal tiene mucho que ver con el "me voy mañana".

Hacía algún tiempo que no veía a Sergio, pero me lo encontré esta mañana y hablamos unos minutos. Estaba ilusionado, me habló de amores, de proyectos ... Y de que él también se marcha.

Son ya muchos los amigos que han elegido vivir en otros lugares. El discurso suele ser semejante. Santander es conservadora, tradicional, opresiva, no ofrece buenas oportunidades laborales, nunca pasa nada, es aburrida, es imposible encontrar pareja, es cerrada, está muerta.

Supongo que algunas veces yo también he visto así a esta ciudad en la que nací y a la que, a pesar de muchos pesares, amo. En su día tuve la oportunidad de "escapar" y elegí quedarme. Dudo a veces si fue esa una elección del todo libre y del todo afortunada, pero elegí quedarme. Y lo hice, en no poca medida, porque no estoy de acuerdo con esas afirmaciones.

Creo que Santander es una ciudad habitable, mucho más abierta de lo que pensamos, llena de buena gente y sobre todo llena de posibilidades. Por eso he elegido para mi blog el título de Un Santander Posible. Por eso y porque también estoy convencido de que muchos de los fallos y de los lados oscuros de esta ciudad se deben a nuestra pasividad, a nuestro derrotismo, a esa especie de melancolía infinita que según Amós de Escalante marcaba el carácter de los norteños. Estoy convencido también de que hemos ido adormeciendo Santander, que a base de decir que esta ciudad nos ahoga, la hemos ido cambiando a peor. Cada vez hay menos gente joven en Santander, menos niños. No tenemos espacios ciudadanos. Estamos perdiendo la ilusión y eso puede hacer que nuestra ciudad se convierta en un balneario.

Desde este blog quiero reflexionar sobre Santander y sobre su gente. Quiero compartir mis reflexiones personales con vosotros e invitaros a dialogar de manera serena, con actitud constructiva y en clave de cambio. Santander se enfrenta a muchos retos, a un futuro que puede hacer de ella la ciudad vital, moderna y vibrante que muchos queremos ver o puede hacer que continúe en esa neblina gris a la que la han llevado años de desidia municipal y de pasividad ciudadana.

Creo que tenemos un largo camino y mucho trabajo por delante. Pero me gusta un slogan que vi hace unos años en Barcelona y que recupero para Santander. Santander, ponte guapa.

En eso estamos.
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Un Santander Posilbe by Regino Mateo is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.
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